Hemos ido mi familia y yo a Río Safari para ver los animales. Nada más entrar al zoo me pusieron una serpiente larguísima por el cuello, ¡Me encanto! Cuando estábamos en el camino después de la entrada a la izquierda estaban las gradas para el espectáculo de leones marinos y a la derecha recintos hechos como escaparates en los que habían monos como el mono verde y el mono negro. Más adelante habían unas estaciones donde podían darte un paseo en tren viendo los animales y por supuesto fuimos, enseñamos nuestras entradas y montamos. Vimos emús, cebras, patos, a Babati la elefanta órix… Al final del paseo fuimos a comer a un bar donde al lado había una piscina con un tobogán muy largo y curvado, nos hubiéramos bañado si no fuera por que no teníamos bañador pero a mi me daba igual. Comí una hamburguesa con lechuga y tomate, ¡Estaba muy buena! Y de postre mi helado preferido, un cucurucho de fresa. Cuando terminamos de comer vimos serpientes y cocodrilos y después fuimos a ver el espectáculo de Babati, la elefanta que criaron en el zoo, tiene 36 años y es listísima. Al terminar la actuación dimos un paseo viendo los animales. Primero fuimos a Cocodrilandia, había un cocodrilo aunque creo que era un aligator y que medía más o menos 2,5 metros de largo. Después seguimos con el paseo y llegamos a la granja. Vimos a las cabras y ovejas y les dimos de comer palomitas y después mi padre nos dio unas ramas para que les diéramos las hojas a los animales. Yo le dí de comer a las cabras, a las ovejas, a las ocas y gallinas, a las caballos y burros y a otros animales como a dromedarios, órix, avestruces, emus y a galgos, ¡y con la mano! Luego vimos a los hipopótamos y a los jaguares y más adelante a los tigres de Bengala, eran tres y enormes. Después fuimos a un mini bar a por agua y visitamos a los lémures. Cuándo dábamos una palmada los lémures nos miraban y si movíamos la mano la seguían. Ya volvíamos a la entrada de Río Safari pero antes fuimos a ver el espectáculo de leones marinos. El león marino que más nos gusto a Nerea y a mi se llamaba Zoe y era muy joven. Al terminar el espectáculo visitamos por último a los loros. Habían un montón de guacamayos y pequeños loros, mi favorito se llamaba El Inseparable, un loro pequeñito y de muchos colores. También habían tres o cuatro tortugas Galápagos, las vimos y volvimos a la entrada del zoo. Nuestro día en el Safari finalizó después de ver a los loros y por lo tanto volvimos al coche. Regresando ya en la carretera a Orihuela no parábamos de comentar el buen día que habíamos pasado.
Las fotos son de mi mama.
