Cuando me encontraba con mi hijo en la posada,
con sus doce Apóstoles que le seguían para tener más sabiduría,
y al comienzo de la Eucaristía, Él anunciaba la profecía,
pues la Última Cena era,
en la cual yo rezaba,
para que su sacrificio no fuera en vano,
y la alianza nueva triunfara.
Entonces Judas entró en escena,
el cual me preocupó por su nerviosismo,
pues después, en el Monte de los Olivos,
dos besos a mi hijo le dio,
y unos hombres con espadas lo arrestó.
Y yo rezaba,
para que su sacrificio no fuera en vano,
y la Alianza nueva triunfara.
En la casa de Caifás fue juzgado,
pues querían que fuese crucificado,
y por blasfemia lo condenaron.
Y yo rezaba,
para que su sacrificio no fuera en vano,
y la Alianza nueva triunfara.
Como corona una de espinas le clavaron,
y, como capa una túnica vieja le daron,
y ante Pilatos le llevaron.
Pilatos no le vio mal alguno,
pero lo mandó crucificar,
por miedo a los demás.
Y ahí me encontraba yo,
al pie de la Cruz llorando desconsoladamente,
pues a mi Hijo han torturado,
y lo acaban de bajar de la cruz,
donde lo habían crucificado.
Y yo rezaba,
para que su sacrificio no fuera en vano,
y la Alianza nueva triunfara.
Al sepulcro lo hemos llevado
y con una sábana blanca lo hemos tapado.
Ya todos sin ninguna esperanza
se fueron a esconder, para que a ellos
tampoco los apresaran.
Y yo rezaba,
para que su sacrificio no fuera en vano,
y la Alianza nueva triunfara.
Tres días después llevamos aceite y mirra,
para en el sepulcro ungir,
al Hijo de Dios que allí yacía.
Pero no estaba,
pensamos que el cuerpo habían robado,
pero no nos dio tiempo a contarlo,
porque un ángel del cielo descendió,
y dijo que había resucitado.
Corriendo fuimos para ese hecho anunciar,
pues como escrito estaba en las Escrituras,
ha resucitado y prueba es de que es Dios en verdad.
Ante nosotros mi hijito se presentó,
pero al poco tiempo al cielo ascendió,
y aunque sea duro verle partir,
yo sé que no tengo nada que temer,
pues conmigo siempre estará y sólo tengo que creer.
Y yo seguiré rezando,
por Él y por todos,
pues la Alianza nueva ha triunfado,
y la voluntad de Dios